Ojos grandes, mirada perdida, bracitos largos y flacos. Debe ser la peor cara de la crisis. Pero es el rostro de alrededor del 20 por ciento de los chicos argentinos, ya que los especialistas estiman que uno de cada cinco niños en la Argentina padece de desnutrición.
No son, sin embargo, las cifras oficiales que maneja el Ministerio de Salud. La última encuesta nacional de nutrición es de 1996 y afirma que el problema afecta al 13% de los niños.
Un relevamiento del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni), una ONG consultora de la Organización Mundial de la Salud, apunta que en 2001 la desnutrición afectaba a entre el 11 y el 17 por ciento de la población infantil y que las regiones más castigadas eran el noroeste y el nordeste argentinos. Según dijo a La Nación el director del Cesni, Alejandro O’Donnell, se proyecta que como consecuencia del último coletazo de la crisis la desnutrición infantil superó el 20 por ciento.
En ausencia de cifras actualizadas, el indicador oficial es la cantidad de niños con necesidades básicas insatisfechas. “En el norte del país y en el Gran Buenos Aires el 60% de los niños no tiene garantizada su alimentación, aunque no todos estén desnutridos”, dijo Hilda “Chiche” Duhalde, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
En el Ministerio de Salud, el viernes último la secretaria de Salud, Graciela Rosso, convocó a una reunión con representantes del área en Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y Santa Fe. El objetivo era conocer cómo había evolucionado la desnutrición en cada provincia durante los últimos meses. Una fuente del Ministerio de Salud que pidió no ser mencionada dijo que concluyeron que el problema se duplicó y que en promedio llega al 25% en las estadísticas hospitalarias provinciales.
Esta versión, similar a las estimaciones de Cesni, no fue confirmada oficialmente. “Del encuentro surgieron cifras muy parciales de la realidad de cada provincia. No se pueden hacer generalizaciones hasta no contar con una nueva encuesta nacional de nutrición”, dijo Elvira Calvo, jefa del departamento de Nutrición de la Dirección Materno Infantil de la cartera de Salud. “En Tucumán la situación se agravó muchísimo, pero en el Chaco no, porque aunque se duplicó la demanda en los hospitales los centros de salud distribuyeron leche, y esto disminuyó el impacto de la crisis”, dijo.
Los especialistas diferencian entre dos tipos de desnutrición. El marasmo es la desnutrición crónica. El niño expuesto a reiterados impactos nutricionales presenta una progresiva disminución en su talla. Según fuentes de Salud, la enfermedad afectaba al 13% de la población infantil en 1996, y no habría aumentado. Para el Cesni, afecta a más del 20 por ciento.
Kwashiorkor es el nombre de la desnutrición aguda: el niño consume su masa corporal debido al déficit en proteínas. Para Salud, en 1996 afectaba al 3% de los niños, y hoy se habría duplicado. Según el Cesni, es el 10 por ciento.
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martes, 19 de octubre de 2010
La importancia de los habitos de higiene en los niños.
Uno de los principales papeles de los padres es facilitar al niño el aprendizaje de todos los hábitos básicos de autonomía como son la higiene diaria y el cuidado personal.
La higiene es una parte fundamental en nuestras vidas ya que a partir de ella se previenen enfermedades y se crean buenos hábitos de salud. Asimismo, favorece entre los niños su adaptación social ya que en los primeros años de vida escolar los grupos de amistades se comienzan a formar selectivamente.
Los hábitos de higiene también lo ayudan a conocer su cuerpo y brindarle una sensación de seguridad e independencia.
¿A qué edad hay que empezar? ¿Y cómo hacerlo?
Un niño siempre entenderá más de lo que puede expresar aunque creamos que no comprende, por lo que hay que introducirlo en los hábitos de higiene tan pronto como sea posible. En los niños pequeños las rutinas diarias como cambiarle el pañal, limpiarlo al comer o bañarlo les hace aprender que son hábitos indispensables.
Aún así es en la edad escolar cuando la adquisición de los hábitos toma la mayor relevancia. A esta edad ya deberían estar habituados, pero aún así es importante recordarles la importancia de los hábitos higiénicos.
Una manera de inculcar hábitos es describir al niño de acuerdo a su nivel de desarrollo todas las acciones y los beneficios que le aporta el aseo diario, como sería el sentirse limpio, oler y verse bien.
También es importante la comunicación no verbal entre padres e hijos, enseñarles con buen humor y de manera relajada hará que disfrute de estos momentos y no se conviertan en un suplicio.
La constancia y el ejemplo de los mayores también ayudan, ya que los niños aprenden por imitación de los modelos que tienen a su alrededor.
Dos cosas a tomar en cuenta:
Hay que evitar la obsesión por la limpieza. Hay que enseñar a los niños que deben hacer en caso de que estén fuera de casa y tengan que realizar tareas de higiene como por ejemplo ir a lavabos públicos.
Los niños necesitan explorar, jugar y divertirse y es normal que prueben y a veces ensucien su cuerpo, y sus cosas, esto no significa que puedan hacer lo que quieran y donde quieran. Uno de los hábitos de higiene también sería enseñar las circunstancias en donde pueden probar y ensuciarse, y cuando tienen que vigilar su higiene y cuidar de su presentación.
La higiene es una parte fundamental en nuestras vidas ya que a partir de ella se previenen enfermedades y se crean buenos hábitos de salud. Asimismo, favorece entre los niños su adaptación social ya que en los primeros años de vida escolar los grupos de amistades se comienzan a formar selectivamente.
Los hábitos de higiene también lo ayudan a conocer su cuerpo y brindarle una sensación de seguridad e independencia.
¿A qué edad hay que empezar? ¿Y cómo hacerlo?
Un niño siempre entenderá más de lo que puede expresar aunque creamos que no comprende, por lo que hay que introducirlo en los hábitos de higiene tan pronto como sea posible. En los niños pequeños las rutinas diarias como cambiarle el pañal, limpiarlo al comer o bañarlo les hace aprender que son hábitos indispensables.
Aún así es en la edad escolar cuando la adquisición de los hábitos toma la mayor relevancia. A esta edad ya deberían estar habituados, pero aún así es importante recordarles la importancia de los hábitos higiénicos.
Una manera de inculcar hábitos es describir al niño de acuerdo a su nivel de desarrollo todas las acciones y los beneficios que le aporta el aseo diario, como sería el sentirse limpio, oler y verse bien.
También es importante la comunicación no verbal entre padres e hijos, enseñarles con buen humor y de manera relajada hará que disfrute de estos momentos y no se conviertan en un suplicio.
La constancia y el ejemplo de los mayores también ayudan, ya que los niños aprenden por imitación de los modelos que tienen a su alrededor.
Dos cosas a tomar en cuenta:
Hay que evitar la obsesión por la limpieza. Hay que enseñar a los niños que deben hacer en caso de que estén fuera de casa y tengan que realizar tareas de higiene como por ejemplo ir a lavabos públicos.
Los niños necesitan explorar, jugar y divertirse y es normal que prueben y a veces ensucien su cuerpo, y sus cosas, esto no significa que puedan hacer lo que quieran y donde quieran. Uno de los hábitos de higiene también sería enseñar las circunstancias en donde pueden probar y ensuciarse, y cuando tienen que vigilar su higiene y cuidar de su presentación.
La moda y un problema
Puede ser que hoy en día, por la moda, las chicas se sientan un tanto obligadas a ser lo más flacas posible y acceden a los medios más trágicos para serlo.
Lo que en un principio parece ser un simple juego para bajar de peso, creyendo que lo tienen controlado se convierte en una de las enfermedades más terribles y mortales, hablamos de la anorexia.
Muchas personas hoy sufren de problemas alimenticios incontrolables.
Muere mucha gente por este tipo de enfermedades, que más que nada es en una gran parte culpa de la sociedad y el entorno de cada persona, ya que niñas hasta de 8 años sufren trastornos alimenticios de este tipo creyendo que se ven gordas, o simplemente porque las cargan en la escuela, así también sucede en los adolescentes, a esto se le suma la moda por lo cual la mayoría cree que su cuerpo esta fuera de lo normal, porque hay una prenda que no les entra, estos son los factores más comunes del problema.
Lo que en un principio parece ser un simple juego para bajar de peso, creyendo que lo tienen controlado se convierte en una de las enfermedades más terribles y mortales, hablamos de la anorexia.
Muchas personas hoy sufren de problemas alimenticios incontrolables.
Muere mucha gente por este tipo de enfermedades, que más que nada es en una gran parte culpa de la sociedad y el entorno de cada persona, ya que niñas hasta de 8 años sufren trastornos alimenticios de este tipo creyendo que se ven gordas, o simplemente porque las cargan en la escuela, así también sucede en los adolescentes, a esto se le suma la moda por lo cual la mayoría cree que su cuerpo esta fuera de lo normal, porque hay una prenda que no les entra, estos son los factores más comunes del problema.
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